LO BUENO Y LO MALO DE UTILIZAR CRIPTOMONEDAS

LO BUENO Y LO MALO DE UTILIZAR CRIPTOMONEDAS

Cada día nos sorprenden los nuevos alcances de la tecnología, y no
se quedan atrás las formas de operar en los mercados financieros.
Ahora nada tienen que ver las operaciones “a viva voz” que se hacían en las Bolsas de Valores hace apenas unos años, las transacciones actuales se pueden realizar desde cualquier parte del mundo en segundos, y no es necesario estar vigilando los precios, existen programas que mediante algoritmos definen las compras y las ventas, pero todavía hay otros mecanismos más sofisticados llamados “robots financieros” que por ahora solo los poseen los grandes grupos financieros, pero seguramente serán los que muevan los mercados financieros en un futuro próximo.


También, es sorprendente que el mundo cibernético haya creado su
propia moneda virtual, sin necesidad de un banco central donde el
valor de sus divisas está basado en su economía, finanzas públicas y reservas internacionales, principalmente. Desde hace algunos años, y para ser precisos en mayo de 2010 se hizo la primera compra en Bitcoins, dos pizzas por 10 mil Bitcoins, y a partir de entonces surgió el mundo de las criptomonedas, llegando actualmente a más de 1,000 criptomonedas, encabezadas por el Bitcoin, el Ripple y el Ethereum, y el valor total de todo ese mercado se estima ya en alrededor de los US$100 Billones y la mayor parte de su valor ha sido por la apreciación que han tenido.


La mayoría de la gente que ha comprado las criptomonedas, ha tenido ganancias atractivas y su aceptación ha sido creciente por el
atractivo que tiene en el comercio en Internet, lo que permitido que
el mundo se entere de su existencia. Aunque lo más probable es que
este mercado siga creciendo y generando atractivas ganancias
mientras continúe la demanda, no hay que descartar riesgos y
posibilidades que se derrumben en algún momento sus precios,
porque no tienen ningún respaldo económico, y los dueños de los
Bitcoins pueden realizar intercambio sin necesidad de identificarse, lo que podría prestarse para el “lavado de dinero”, el pago de
secuestros informáticos, etc., y además, los grandes bancos centrales del mundo nos les va a parecer que una moneda virtual desplace a sus monedas. Tampoco a los gobiernos van a permitir que se realicen operaciones virtuales sin que cumplan con los impuestos correspondientes, lo que podría generar presiones para este nuevo mercado. Recientemente, varios medios de comunicación de China han publicado que el gobierno de ese país estaría analizando vetar las operaciones a través de divisas virtuales.